sábado, 13 de agosto de 2011

Viajes con Herodoto (Tercera parte)

Antes de empezar este post acerca de las útlitmas reflexiones sobre el libro viajes con Herodoto agradezco su paciencia por haber esperado más de una semana para la nueva entrega. Que la disfruten...



A pesar de haber dicho que esta ocasión hablaríamos acerca de los viajes de Kapuscinski por Irán, Congo y otras regiones fascinantes, optaré por regresarme un poco y hablar sobre las perspectivas de este periodista acerca de China y de la influencia del pensamiento confuciano y taoísta en su sociedad a lo largo de cientos de años. Y lo haré, queridísimo lector, por dos razones: la primera, porque considero que falta mucho, mucho conocimiento sobre la región asiática en nuestro país habiendo mucho que aprender de esta cultura, créame. La segunda, porque de esa manera puedo dejar un poco de incógnita y así promover la curiosidad entre usted y motivarlos a leer por sí solos esta última parte del libro.







Confucio es considerado uno de los más grandes maestros del pensamiento oriental. A pesar de ser un gran gran filósofo, la filosofía siempre ha sido un término limitado para reconocer el amor por el conocimiento por parte de los occidentales. Los filósofos griegos y los filósofos alemanes son términos comunes. Sin embargo, los filósofos chinos y los filósofos japoneses, han sido discriminados por algunos occidentales argumentando que su pensamiento no puede ser considerado filosófia. No puedo encontrar otra razón a esto más que el miedo, el miedo a lo desconocido, a aceptar que no existe una verdad absoluta y que de existir, no estaría compuesta nada más por el trabajo de pensamiento occidental sino por el conjunto de sabiduría de todo el mundo.



K'ung-fu-tzu (Maestro Kung) nació alrededor del 560 a.C y murió en 480 a.C. En sus primeros años, Confucio trabajó para el gobierno del emperador. No obstante, decepcionado por el curso de la sociedad china y de las políticas implementadas, decidió renunciar. Posteriormente, observó con gran tristeza la pérdida de las tradiciones, la falta de obediencia de los jóvenes hacia los mayores, el derrumbe de valores fundamentales y sobre todo el cambio de la búsqueda del bien colectivo por el beneficio personal (¿Les suena familiar?) Es también en esta época cuando, bajó la dinastía Chou, China estaba fragmentada en distintos reinos que peleaban unos a otros por conseguir poder. Confucio entonces se plantea la pregunta ¿Cómo sobrevivir? A partir de ese momento se empieza a desarrollar un pensamiento que, como lo explica Kapuscinski, a diferencia del pensamiento Hindú, raramente se introduce hacia campos de trascendencia y que en cambio trata de de ofrecer al hombre ordinario una serie de consejos sobre la situación en la que se enuentra, situación en la que con o sin su consentimiento ya ha nacido en este mundo cruel. 










Es en esta pregunta tan importante de cómo sobrevivir donde Confucio y el creador del Taoísmo difieren. Confucio asegura que el hombre, al haber nacido en esta sociedad, tiene ciertas obligaciones. Las mas importantes son las de cumplir con las órdenes de las autoridades y subrodinarse a los padres de uno, además del respeto a los ancestros y a las tradiciones, la estricta observancia de las reglas de etiqueta, lealtad al orden establecido y la resistencia al cambio. (...) Lao-tzu, por su parte, dice que nada es para siempre. Uno no debe apegarse a nada ya que todo lo que existe dejará de existir eventualmente. Por lo tanto, mantente por encima de ello, manten tu distancia  no trates de perseguir ni poseer nada (...) y lo más importante observa el Tao. (...) A pesar de las diferencias en el enfoque, hay un punto en el que los dos pensamientos convergen: la humildad. 











Mas adelante, Kapuscinski nos cuenta de su obsesión por etiquetar a cada una de las personas que veía en China. Quería determinar si eran de la escuela confucionista, taoísta o budista. Al paso del tiempo, se dio cuenta de su error. El error era creer que dentro de la sociedad china cada quién asumía una posición determinada al respecto y nada más. La verdad era que durante todos estos años, los chinos, dependiendo de la circunstancia y de sus necesidades, han ido adoptando lo mejor de cada una de estas filosofías creando así una forma de vida muy especial. Han creado esta forma de vida que interconecta muchos conceptos y que hoy ha sorprendido a todo el mundo pues resultó ser que el capitalismo y el desarrollo económico no solamente estaban intimamente ligados con la forma de pensar de la iglesia protestante sino que también existen otros caminos, y si no me creen, volteen hacia el pacífico, un poquito más allá de Acapulco, y quédense maravillados por lo que hoy se está haciendo en esa parte del mundo además de mantener la economía de la aún primera potencia mundial, Estados Unidos de Norteamérica.




Hoy, compartiré con ustedes un poco de Dim Sum. Este término chino que significa literalmente Tocar el Corazón está designado específicamente a la variedad de pequeños platillos cantoneses que se disfrutan en lo que nosotros conocemos como brunch. Este delicioso limbo en el tiempo en el cuál uno no sabe si es muy tarde como para desayunar ni tan tarde como para comer.



Shiu Mai de Carne


Como siempre que hacemos algun tipo de pastelería o masa, es importantísimo cuidar bien las cantidades. Para este platillo, debemos colocar 125 gramos de fécula de trigo y 1/4 de cucharadita de sal en un tazón grande. Posteriormente, agregar 1/2 taza de agua hirviendo mientras agitamos vigorosamente. Cubra por un minuto y agregue 1 cucharadita de manteca de cerdo. Amasar bien hasta obtener una consistencia suave.
El siguiente paso será lavar bien el corte de carne de res que elijamos para después cortarlo en trozos Se pela y se pican finamente 60 gramos  de castañas de agua (producto asociado a la comida oriental) para 250 gramos de carne. Colocar cáscaras de mandarina en agua caliente para suavizar. Una vez suaves, picar. Picar cebollitas (spring onion, cebollitas para asar)  y colocar todos los ingredientes anteriores en una procesador de comida junto con un poco de jengibre picado y un poco de sal y pimienta. Regresar la mezcla a un tazón y revolver bien. Dejar marinar por 30 mintuos. Saque la masa que hizo en el principio y aplanela para poder dividir en 32 porciones iguales. Colocar una cucharadita del puré de carne en cada cuadrito. Doblar las puntas para conseguir formar una pequeña canasta. Aplastar la parte de arriba con un cuchillo para que quede firme y decorar con un poco de perejil. Ya que tenemos todas nuestras canastitas, freirlas en un sartén con aceite por alrededor de 5 minutos.






"El sabio sabe que ignora"
Confucio


Ajo, Cebolla, Limón y Aguacate. 

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